lunes, 11 de noviembre de 2013

Ojos Albos. Pinturas rupestres


A unos quince kilómetros de distancia de Ávila capital  por la carretera N-110, se encuentra la localidad de Ojos - Albos, una pequeña población de poco más de 50 habitantes que da acceso a la sierra que lleva el mismo nombre.


Ruta a las pinturas

Atravesando la plaza principal del pueblo, donde se sitúa la iglesia, seguimos de frente la calle hasta abandonar el pueblo y adentrarnos por un sendero que conduce a los pies de la montaña.
Iglesia de Ojos-Albos

Sendero de Ojos - Albos 

Para más detalles sobre la ruta: www.ojosalbos.es/ocio.php?op=4


Alzando la vista hacia la cima de la montaña denominada Peña Mingovela, justo debajo de los molinos de viento, vemos una pequeña oquedad al abrigo de una formación rocosa, lugar hasta donde tenemos que acceder para contemplar las pinturas prehistóricas.



Las pinturas rupestres

Las manifestaciones artísticas prehistóricas de Ojos Albos, se sitúan cronológicamente a finales del Neolítico y principio de la Edad de los Metales, y es son predominantemente pictóricas, que representan principalmente figuras humanas o animales, y que en algunas ocasiones son difíciles de interpretar. 

Para la ejecución del conjunto pictórico, se utilizaron pigmentos extraídos de óxidos metálicos, cuyas tonalidades de tono rojizo, oscilan entre los ocres, anarajados y violáceos.

Un cartel en el camino, dan nos dan una breve pero interesante explicación al tiempo que nos indica la ubicación y dirección donde se hayan las pinturas rupestres. 





Estamos en la oquedad que da cobijo al arte rupestre.



Al cobijo del abrigo noroeste, admiramos las pinturas. En las siguientes imágenes vemos diferentes escenas, todas formadas por figuras esquemáticas, antropomórficas en su mayoría y zoomórficas en algunos casos, de trazos sencillos y color rojizo.

Figura antropomórfica en Peña Mingovela


Otra figura, que libremente interpreto como un escorpión o alacrán, apreciándose una serie de patas y la cola de forma arqueada típica de este artrópodo.

Un escorpión o alacrán


En esta escena, también según mi interpretación, representa un camello, cuya característica más apreciable son las dos jorobas.
Un camello

En otros casos, las figuras consistentes en unos cuantos trazos, aparentemente aleatorios, son tan abstractas,  que incluso  interpretar libremente la figura que quiere representar se hace difícil.








Y para culminar esta visita artística de altura, desde la cumbre de Peña Mingovela, podemos divisar una bonita y  sin igual panorámica del paisaje:
FLB en Peña Migovela.


Una estampa cubierta con un manto verde y salpicada tímidamente con encinas.


martes, 5 de noviembre de 2013

Anuncios en azulejos 2

En mis paseos por las calles del centro de Madrid, sigo descubriendo coloridas fachadas de azulejos. Aquí hago otra entrega para hacer un vistoso recorrido y contemplarlas.

En pleno centro de Lavapiés, en el número 3 de la calle San Carlos, esquina con calle Ministriles, encontramos la que fuera en su día una tienda de comestibles que aún hoy, a pesar de su abandono, muestra toda su belleza y parte de su colorido original.






Siguiendo el camino hacia Antón Martín, concretamente en la Calle Santa Isabel, nº 18 donde continúa abierta la Gran Peluquería Vallejo, donde los azulejos representan escenas propias del negocio.




Esta cafetería que aún conserva el aire tertuliano de principios del siglo XX, podemos contemplarla en la Calle de la Cruz, 4, con Calle Pozo





Esta taberna y su magnifica fachada de una escena dedicada a la bebida y un anuncio de la famosa cerveza Damm, es La Solera, situada en calle de la Cruz, 8




La taberna España Cañi, mítica de la zona de Huertas, decora su fachada con una representación en azulejos de la obra "Cante Jondo" del artista de renombre, Julio Romero de Torres. Plaza del Ángel, 14




Al igual que la fachada anterior, en Las Fatigas del Querer, calle de La Cruz, 17, vemos la representación de una obra de Julio Romero de Torres, en este caso "La Copla".


Taberna Tirso de Molina en el número 9 de la plaza que lleva el mismo nombre,  adorna su fachada mosaicos inspirados en de carteles del famoso artista francés Toulouse Lautrec.


La famosa bailarina del Molin Rouge, Jane Abril, representada en la fachada de La Taberna Tirso de Molina.


Aún quedan muchos paseos por dar y muchas curiosidades por descubrir, pero eso ya será material para otro post. 
¿Conoces alguna fachada  digna de mencionar? Deja un comentario.



viernes, 1 de noviembre de 2013

La cripta de Liétor.

El Covento de San Juan de la Cruz, situado a la entrada de la localidad albaceteña de Liétor, y abandonado forzosamente por sus frailes en época de la desamortización de Mendizábal a principios del XIX, alberga secretos y misterios bajo sus entrañas.




En una lateral del Altar Mayor, una trampilla situada en el suelo nos da acceso a la vieja cripta y a lo que allí se esconde.



Unas escaleras conducen al piso inferior de una estancia abovedada. La luz es tenue y crea esa atmósfera tétrica. El aire huele a profundidad bajo tierra. Unas pequeñas hornacinas cubiertas con cristal nos hacen abrir los ojos y descubrir lo que contienen.



Detrás de cada ventana, como testigos inertes que se asoman del mas allá al mundo terreno, descansan semi conservados ante la mirada de los visitantes que desciendemos a las profundidades para contemplarlos.



Las condiciones ambientales de temperatura y humedad, han creado un micro clima que, a pesar del paso del tiempo, mantiene a los cuerpos en estado de semiconservación, ropajes incluidos.





Pero lo que más sorprende no es el estado en el que se encuentran, sino las posiciones que indican el movimiento que en un momento puntual ha sido congelado para siempre, resistiéndose a descanso eterno.



Otro de los cuerpos sostiene en alto una cruz, intentando así alejar de sí un peligro que le acecha.


Un rostro muestra un quejido sordo, la expresión de un sentimiento truncado por la muerte aniquilante.



 


 La imagen de una trágica paradoja, capricho del destino. El milagro de la vida truncado por el paso de la muerte. El cuerpo de una madre con el de un hijo yacente encima de su vientre.


La muerte. Ese fenómeno natural, que a pesar que es el único suceso seguro de esta vida, no deja de sorprendernos, y al que la humanidad al completo, no logramos acostumbrarnos. 

Que en el día de los Santos, estos seres, y todos los ya desaparecidos del mundo de los vivos, encuentren su descanso eterno.

miércoles, 5 de junio de 2013

Volcán Pacaya en Guatemala



Nada más llegar a Guatemala, llamó nuestra curiosidad la cantidad de volcanes que emergen en su superficie. Tanto es así, que el primer día que tuvimos libre, decidimos emplearlo en hacer la ascensión al Volcán Pacaya.


En los soportales de la plaza principal, justo enfrente de la catedral de Santiago de la ciudad de La Antigua, contratamos la excursión por el increíble precio de unos 5 euros (fue hace unos años, pero aunque haya cambiado algo la tarifa, seguro que sigue siendo más que razonable). Después de unos consejos prácticos: llevar agua y comida para la jornada, ropa de verano para subir y algo más abrigado para la bajada, calzado cómodo, etc, pagamos la excursión y nos retiramos tan felices, encantados por el precio y emocionados por la ruta.

Al día siguiente, pasadas las dos de la tarde, una furgoneta pasó a recogernos en el hotel donde nos alojábamos. Tardamos más o menos una hora en llegar a San Francisco de Sales, donde se sitúa el Centro de Visitantes y el comienzo de la ruta. 


Fue poner un pie en el suelo y numeroso grupo de niños nos rodearon ofreciéndonos "sticks" por el precio de 5 quezales (unos 50 céntimos de euro). 

Iniciamos la subida con una gran pendiente, una vez superada esa primera rampa, la subida fue moderándose, cambiando el empedrado por un sendero de tierra.



Primera parada del camino, mirador con La Laguna de Calderas al fondo, un lago que se originó debido al hundimiento de las placas tectónicas, lo que dio lugar al embalse de las aguas de los ríos que llegaban al valle. En la actualidad sirve de abastecimiento potable a varias poblaciones.

 Laguna de Calderas


Casi una hora más tarde, abandonamos la el manto verde de hierba llegamos al volcán.
 Volcán Pacaya


Un gran tapiz de lava solidificada nos recibe a los pies del Pacaya.

  Tapiz humeante de lava solidificada


A medida que avanzamos por el pedregal de lava, el calor emana cada vez con más fuerza desde el suelo. Intentamos caminar esquivando las zonas grises claras, donde la acumulación de calor es más elevada.






Las suelas de las zapatillas parecen derretirse, al calor inicial se suma el humo, la temperatura empieza a ser agobiante que junto a la irregularidad del suelo hacen más difícil avanzar.


A lo lejos divisamos la lava entre la roca, merece la pena aguantar la sauna al aire libre y ver de cerca este espectáculo nos brinda la naturaleza.


El magma fluye entre roca volcánica y se almacena en depósitos y oquedades. Iniciamos el camino de vuelta surcando de nuevo el impresionante mar de lava, volviendo la vista atrás para seguir contemplando el paisaje infinitamente.








domingo, 12 de mayo de 2013

Anuncios en Azulejos

En este mes de mayo, en el que la villa de Madrid se pone especialmente castiza, propongo un recorrido por el centro de la ciudad, donde se pueden contemplar fachadas decoradas con coloridos azulejos, que representan escenas cotidianas, tradicionales o simplemente una decoración floral y animada. 

Se trata de una publicidad exterior con escenas representativas, que además de anunciar la existencia de un local, ilustran la actividad que allí se desarrolla. Desde antiguas peluquerías o barberías,  tabernas y restaurantes, tiendas de antigüedades, o lecherías de hace décadas, y que en la actualidad, en unos casos conservan su actividad original y en otros se han instalado otros negocios totalmente ajenos a los iniciales, pero que aún siguen conservando sus genuinas fachadas. 

Comenzamos el recorrido en la Calle Salitre, 2 donde se ubica la Taberna Encantada, que anuncia en su fachada con escenas campestres los productos que ofrece.




Otra fachada más sencilla con adornos geométricos y motivos heráldicos como yelmos,  armaduras y castillos, que podemos contemplar en la calle cabestreros, situada en pleno barrio de lavapiés.


Este antiguo salón de peluquería, como describe e ilustra esta magnifica fachada, alberga actualmente el Café del Mar, un punto de encuentro diferente con una tienda biológica incluida ubicado en el número 31 de la calle Embajadores.




Entre la calle Embajadores y la Ribera de Curtidores, se encuentra la calle Rodas, y el número 28 de la misma, está situada esta tienda de antigüedades decorada con grecas geométricas y personajes de época.


Esta fachada quizás es la que más llamó mi atención. Una antigua lechería que después se convirtió en tienda de refrescos y que el la actualidad no alberga ninguna actividad. Sus escenas de campo y sus anuncios de leche, cono si de una medicina se tratase no pasan desapercibidos para el viandante que transita por la calle Carlos Arniches, 25, en pleno Rastro de Madrid.




Y subiendo hacia La Latina, zona de bares, tabernas y restaurante donde las haya, nos encontramos ejemplos muy gráficos del arte culinario y la restauración.


 La fachada del restaurante La Chata de la Cava Baja, 24 nos muestra escenas de cocina y otras de época con la Puerta de Toledo de fondo, así como el detalle de los productos que nos sirven en el interior.


La Taberna la Fontanilla de la Plaza Cerrada, 13 esquina calle cuchilleros nos muestra bucólicas escenas que  representan algunos de los meses del año y una fuente que dan nombre al establecimiento.




El restaurante el Madroño en la calle Latoneros, 10 nos muestra un par de escenas costumbristas que representan una fiesta.



Flanqueado por varias filas de racimos de uvas, nos encontramos al cocinero, con rima incluída del Restaurante Oliveros de la Calle San Millán, 4



Y en un recorrido tan castizo no podía faltar una alusión al patrono de Madrid. En esta taberna que lleva su nombre, vemos una escena de San Isidro labrador con cita incluida  y otra con una pareja a la moda goyesca. Está en la calle Toledo, 24



Anunciando su cocido al tiempo que lo cocina, nos encontramos a Daniela en la fachada de su taberna, situada en la calle Toledo, 9




Y aquí acaba este recorrido digno de admirar y de deleitarse. Aunque seguro que existen en Madrid fachadas con anuncios de Azulejos, dignas de ser descubiertas.